Potencial Científico: Estrutura y Problemas de Evaluación
Sinopse
Potencial Científico: Estructura y Problemas de Evaluación (digital)
Verifique a disponibilidade para aquisição desse volume impresso >>aqui<<
“El final de nuestro siglo está marcado por una intensa lucha entre dos grandes ideas que explican el mundo y trazan el porvenir de la Humanidad. La primera idea, producto de la racionalidad científica dei Tiempo Moderno, sugiere que el progreso universal nos lleva hacia un modelo fundamental y único, superior y perfecto. Es modelo de vida, de relaciones humanas y de relaciones entre el hombre y la Naturaleza, el modelo de modo de conocer y entender la realidad. Se cree, incluso, que las naciones más avalizadas ya han logrado crear las estmcturas básicas de este modelo y, que, con el final de la guerra fria, podemos hablar dei fin de la Historia. En un artículo que escandalizo (aunque de manera agradable), a la élite occidental, Francis Fukuyama dice:
‘El fenómeno de que somos testígos no es simplemente el fin de la «guerra fria» o de una etapa de la historia de postguerra, sino el final de la Historia como tal, la conclusión de la evolución ideológica de la Humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como la forma final de gobierno.’
Como dice sobre la sociedad moderna el filósofo G. Radnitzky (1984): "Los soportes de la forma libre de vida son el estado constitucional, la economia capitalista de mercado y la ciência autónoma"
El problema consiste, solamente, en la mejor manera de propagación de este modelo, de creación dei estado universal homogéneo (universal homogeneous state). Esta idea tecnomorfa remonta a la visión dei mundo mecanicista, impuesta al hombre moderno por la fuerza majestuosa de la ciência. Konrad Lorenz escribió en 1974:
‘Vivimos en un tiempo en que la humanidad acaba de conseguir un enorme poder sobre la naturaleza inorgânica, poder que debe a una ciência que se funda en la Matemática Analítica: la Física. De su aplicación ha nacido una técnica que se ha convertido en el instrumento más importante de la Humanidad. Como suele ocurrir con los médios para un fin, lamentablemente, en nuestra civilización occidental la técnica se ha elevado a la categoria de fin en sí mismo, con lo que ha impreso en el ser humano una peculiar mentalidad a la que suelo llamar pensamiento «tecnomorfo». Esta manera de pensar se caracteriza por extender la aplicación de métodos de pensamiento y de acción que han demostrado su aptitud en el tratamiento de la matéria inorgânica, al mundo de los seres vivos, incluido el sistema vivo de la civilización humana.’
Otra idea que siempre ha estado presente en el debate intelectual, aunque en algunas épocas parecia casi extinguida, hoy podemos llamarla ecologista. Ella sostiene que la realidad es mucho más compleja, flexible y matizada que una máquina. Que los procesos reales, incluídos el desarrollo y el progreso, no son lineales y mucho menos invariantes. Y los sistemas complejos como, por ejemplo, la civilización, son estables y a la vez capaces de evolucionar solo si mantienen suficiente diversidad en su estructura.
A partir de estas dos diferentes visiones dei mundo se trazan hoy las políticas y se toman las decisiones, incluso las más concretas y particulares. En relación directa con el dilema mencionado están los princípios de una u otra política científica nacional. Efectivamente, si el mundo entero evoluciona hacia un modelo único, la misma idea de crear una ciência propia, nacional, casi pierde sentido. Siendo orientada hacia el conocimiento objetivo e imparcial de la realidad, la ciência se presenta como una empresa humana universal. En este caso la diferencia entre distintas colectividades científicas consiste en que unas, situándose en los países más desarrollados, tienen mejores condiciones económicas y sociales y, por lo tanto, se acercan más al mejor modelo de actividad científica. En consecuencia, las instituciones científicas de los países menos desarrollados deben simplemente asimilar el genotipo de la ciência universal y tratar de conseguir más recursos para que este genótipo pueda expresarse lo más plenamente posible. Es una política científica coherente y razonable.
Por otra parte, es evidente que las escuelas y las comunidades científicas nacionales en general, se han formado dentro de culturas específicas y a la vez participan en la creación y la reproducción de estas culturas. Hay bastantes razones para suponer que las culturas nacionales no van a disolverse y asimilarse a pesar de todos los procesos de integración. Al contrario, en la diversidad de culturas, en la complejidad de su conjunto radica la estabilidad de la civilización humana, su capacidad de adaptarse a los câmbios profundos tanto en la Naturaleza como en la tecnosfera y la sociedad. Por lo tanto, no es de esperar que las ciências nacionales se fundan simplemente en una homogénea ciência global.
Si es así, la política científica dei país implica cierta controvertida dualidad en búsqueda constante de un equilíbrio entre lo universal y lo específico. La ciência que pretende producirél conocimiento objetivo sobre la realidad, debe poseer un idioma común, debe tener una base universal que una las comunidades científicas nacionales en un sistema mundial. Poças son las esferas de actividad, en las que el efecto cooperativo dei esfuerzo coordinado se manifíesta con tal evidencia como en la ciência, que siempre ha sido labor universal. Una colectividad científica nacional, que está en comunicación con la vanguardia en su campo, multiplica su potencial con respecto a los recursos invertidos. Y si se desconecta de esta red de comunicaciones, pierde el efecto sinérgico gratuito. Después de cierto nivel crítico de aislamiento, la pérdida de comunicación se hace irreversible, puesto que se forma un feed-back positivo (círculo vicioso).
Normalmente, los cuerpos administrativos están penetrados por la mentalidad y el espíritu burocráticos (en el mejor sentido de la palabra). Para poder controlar la realidad y encajarla en las razonablemente sencillas estructuras normativas, la administración parte de modelos muy simplificados y tecnomorfos. Así, la ciência se presenta como una de las piezas de la máquina económica, una rama que compite con otras ramas por los recursos. La identifícación de la ciência como una de las ramas, a primera vista es una simpliflcación inofensiva, pero, en realidad, esta concepción es errónea. La ciência es un componente intelectual de importância vital y de gastos insignificantes para cada rama de la economia y cada esfera de la vida social. La ciência es una finísima película de sustancia gris que recubre toda la actividad social y cada rama de la economia en un país moderno. Hay que subrayar que esta película es íntegra, ya que está formada no por las escamas de investigaciones propias de cada rama, sino por todo el cuerpo único de la ciência.
Al contemplar la ciência desde el punto de vista pragmático, abstrayéndose de su misión en la cultura, la ensenanza e incluso en la política, puede consideradarse como el cerebro dei organismo económico de la nación. Guando se trata de sistemas biológicos, en los organismos superiores, incluído el hombre, la Naturaleza ha desarrollado un mecanismo fundamental: al faltar los alimentos, el organismo se agota hasta la muerte, pero a la vez hasta el último momento suministra al cerebro todas las sustancias nutritivas que le son necesarias. Los otros órganos no presentan ninguna competência por los recursos. Por lo visto, tal prioridad absoluta dei cerebro para recibir el suministro de recursos resulto ser la condición necesaria para la supervivencia de las especies. Con respecto a la ciência, en todas partes se observa últimamente la concepción contraria: al considerar la ciência como una rama más, como una de las patas dei ciempiés económico, se le quita el status de cerebro y en las épocas de diflcultades económicas se le corta el suministro de los recursos nutritivos. Se ahorra en la ciência de la misma manera que en otros órganos de la economia (e incluso a veces más, ya que la ciência es más indefensa que muchas otras ramas).
Ahora bien, volviendo a nuestro dilema inicial: debe un país, que no pretende ser gran potencia científica, mantener su propia ciência como un cerebro viable, aunque pequeno, o puede limitarse a cultivar algunas células cerebrales conectadas al grau cerebro de la ciência universal?
La historia dei desarrollo de la ciência en nuestro siglo parece dar una respuesta convincente. La ciência nacional, para poder cumplir no solo su función productiva sino ser también mecanismo conservador dei código genético de la cultura nacional y a la vez mecanismo de integración de esta cultura a la civilización universal, debe ser un cerebro íntegro y viable. Debe poseer cierta magnitud crítica, poco dependiente dei tamaíio dei cuerpo de la economia (esta magnitud depende, más bien, de la posibilidad de acceso al almacén de conocimiento ya acumulado). Los intentos de alimentar las células cerebrales no arraigadas en el organismo sociocultural de la nación, incluso en cantidades considerables, como sucedió en vários países en vias de desarrollo, no dieron buenos resultados. Aún más, en muchas ocasiones los laboratórios teledirigidos jugaron el papel de una fuerza alienadora entre la ciência universal y la cultura nacional (e, incluso, simeron de canal de extracción de recursos intelectuales).
Sin embargo, independientemente de la actitud que adopte el lector ante el dilema planteado, en este libro se le propone una serie de ideas y técnicas que permiten formular y contestar las cuestiones acerca dei estado actual y las tendências de evolución de la ciência internacional y nacional en diferentes niveles de generalización, hasta el nivel de una investigación particular sobre un tema concreto. La historia reciente, la situación actual y su evolución se presentan en un corte importante de la ciência: en el plano de la tecnologia de las investigaciones científicas. Se trate dei potencial científico nacional íntegro o de los grupos de investigadores aislados, uno de los lazos más importantes que los unen a la ciência internacional es el proceso de asimilación de nuevas tecnologias de investigación científica. Observar este proceso a diferentes niveles de la ciência nacional e internacional, conocer Ias regularidades de la creación y la propagación de nuevas tecnologias es importante tanto para el cuerpo administrativo como para un científico de laboratório.
En el libro centramos la atención en uno de los elementos más importantes de la tegnología de investigación - el método experimental. Claro está que la tecnologia de la investigación no se reduce a los métodos, pero la elección de éstos como objeto de estúdio se justifica por dos razones. Primero, actualmente se realiza la renovación dei arsenal metodológico de la ciência mundial (incluyendo la base material de los métodos: equipos, instrumentos, reactivos, etc.) y los métodos de experimentación se han vuelto un elemento particularmente dinâmico. Segundo, durante mucho tiempo la atención de los historiadores de la ciência se concentro casi exclusivamente en las teorias científicas, por lo que las formas de creación y difusión de nuevos métodos, y su papel en la formación y en el desarrollo de las disciplinas y áreas científicas quedaron poco estudiados. Esta cuestión a menudo se subestima en la práctica científica y en todos los niveles dei science management, incluyendo al propio científico.
El material empírico para este trabajo está tomado de la química orgânica y disciplinas afines a la bioquímica y biomedicina (en estas áreas el autor tiene experiência personal en el trabajo experimental). Las conclusiones logradas a partir de este material limitado tienen un carácter bastante general, aunque en otras disciplinas tengan que ser ligeramente modificadas. En todo caso los problemas sí son generales, y el material empírico con datos relacionados entre sí y complementados permite formular estos problemas con más claridad que los ejemplos, interesantes, tal vez, pero obtenidos de muchas disciplinas aisladas. En el libro se consideran los métodos ordinários, y no la historia de los instrumentos que revolucionaron la ciência. La consideración de muchos pequenos acontecimientos a veces dice más que la descripción de un suceso dramático. La historia de la ciência puede ser escrita como una cadena de brillantes logros de los héroes dei saber, pero también como la paciente y anónima labor de trabajadores de la ciência. En este libro hemos tomado el segundo caminho.”
SERGUEI KARA-MURZA
VOLUME 19-1997
ISSN:0103-3147
Primeira Edição, 1997
índice para catálogo sistemático:
- Ciência - Filosofia 501
- Ciência - Metodologia 501.8
OBS: En este libro se propone uma serie de ideas y técnicas que permiten formular y contestar las cuestiones acerca del estado actual y las tendências de evolución de la ciência internacional y nacional em diferentes niveles de generalización, hasta el nivel de una investigación particular sobre um tema concreto. Se presentan los métodos de experimentación em la estrutura de la ciência, se los considera como sistema de desarollo, y se discute la creación y la propagación de nuevos métodos de investigación.